Los centros educativos como organizaciones que aprenden: una mirada crítica.

Este texto trata la importancia de que los centros educativos sean organizaciones que aprenden, que estén en constante cambio de su aprendizaje teniendo en cuenta algunos factores como pueden ser el entorno donde nos hallemos.

Los docentes son los factores claves de este proceso. Por eso mismo, deben estar en una constante formación, adquiriendo nuevos conocimientos, sin caer en el error de que lo saben todo, teniendo en cuenta las experiencias vividas y aprendiendo de sus errores para así poder corregirlos y avanzar en su formación, sin el conformismo de impartir una clase siempre igual, sin buscar más allá de lo conocido. Es decir, deben de autoevaluarse para ir corrigiendo sus errores, y así poder conseguir avanzar en la formación del alumnado.

Hay que tener en cuenta, como bien se describe en este texto, que el aprendizaje organizativo no es una suma de aprendizajes individuales sino que debe de existir una colaboración entre todos los componentes que forman ese aprendizaje. Por eso mismo, el trabajo colaborativo es esencial en la adquisición de este aprendizaje, ya que se debe de llevar a cabo proyectos de trabajos conjuntos para poder conseguir ese aprendizaje organizativo que estamos buscando.

Por último, destacar que el objetivo de todo centro educativo es conseguir un impacto positivo tanto en el aula como en el centro, por eso mismo debe de existir, para que esto se consiga, una concordancia entre el centro y el entorno donde se ubica. A la hora de llevar a cabo proyectos, es esencial tener en cuenta en la realidad donde nos hallamos, para así poder responder a aquellas demandas propuestas por el entorno y conseguir adquirirlas.